Lo más importante del viaje: PLANIFICAR

 

Vos pensas salir a la ruta… Pensalo bien. No hay nada más hermoso que viajar. Que saber que nos movemos, que somos libres. La mayoría disfrutamos recorrer, conocer lugares nuevos. Viajar cerca, viajar lejos, a lugares caóticos o a lugares aislados. No importa cual sea tu caso, o por lo menos cual sea el caso en esta ocasión. Lo único que importa es que pienses antes de salir.

Sabe que las cosas se pueden complicar. Se consciente cómo te vas a desplazar, qué clima puede haber, qué inconvenientes te vas a encontrar. A la hora de salir, no importa cuantas cosas nos llevemos, siempre nos va a faltar algo que consideramos imprescindible. Pero, la verdad, es que casi seguro no lo sea. Con el tiempo, uno sabe qué cosas son imprescindibles, según el viaje en cuestión.

Tenes que tomar conciencia de los lugares que visitarás, de los pueblos que vas a recorrer, de las distancias, de tu vehículo, de las condiciones. Hay caminos que son completamente desolados, y pueden pasar muchas horas hasta que alguien pase. Hay lugares donde no hay señal de celular, y de noche hace frío, mucho frío. La altura puede jugar una mala pasada en la zona de la cordillera, y un clima hermoso convertirse en terrible en pocos minutos. La nieve puede obstaculizar un camino. Y vos quedarte ahí. La crecida de un río. La caída de un árbol gigantesco, imposible de mover de la ruta.

No hay que tenerle miedo. Para nada. Solo pensar. Planificar el viaje. Avisar a dónde vamos, que alguien sepa nuestros movimientos. Confiar en los locales, ellos saben mucho más que vos del lugar. Saben de los caminos y las condiciones, que tan rápido puede empeorar todo. A veces las distancias no son tan largas pero las condiciones hacen que el viaje sea muy difícil, y la falta de información puede ser crucial.

Si no vas solo, tenes chicos, más cuidado aún. Los chicos pueden distraerte si se aburren, y esa ruta hermosa de 300 kilómetros de ripio sin ningún tipo de atracción puede convertirse en el peor viaje de tu vida. Por eso hay que informarse, y planificar. El viaje tiene que ser placentero para todos.

Respeta. Tené cuidado. Los animales salen de donde menos lo esperás. Lo mismo una piedra que te hace perder el control del auto. Ni hablar de los más pequeños de cada lugar. En los pueblos no tienen idea lo que es el transito, ni una senda peatonal, ni un semáforo. No esperes que entiendan la diferencia, son chicos. Además, vas a disfrutar mucho más si vas más despacio.

Prácticamente, en ningún camino NO puede entrar un vehículo. La diferencia va a ser la velocidad, o las rayas que te lleves a casa. Pero si el camino esta marcado como una ruta, así lo fue alguna vez. La diferencia te la van a dar los lugareños. Ellos saben el estado, porque lo recorren. Como vos recorres la circunvalación de tu ciudad. O la ruta que te une con alguna gran ciudad desde tu pueblo. No te quedes con la duda. Una rotura en el medio de una ruta que tiene 100km de campo, sin ningún tipo de habitante, no es algo grato. Y por ahí lo hubieras evitado con preguntar.

Eso sí, nunca salgan con miedo. Lo que no tengan, la ruta se los va a brindar. Nunca dejaría un auto tirado al costado que se rompió. Y eso nos pasa a muchos. Siempre, siempre, el que venga les va a dar una mano. El problema es que esa mano puede tardar mucho tiempo en llegar. Por eso mas vale prevenir.

Ahora sí, sin más…Viajen, salgan, recorran. La Argentina (y el mundo) es un lugar maravilloso y hay mucho que ver. Lo mejor, esta por fuera de las autopistas. El camino es largo, y hay que recorrerlo todo.