Si quieres cambio verdadero, pues camina distinto!

-cruzando los 10.000 pies-

-A pesar de haberse apagado la indicación luminosa, se recomienda utilizar el cinturón en todo el vuelo. A partir de este momento esta permitido el uso de aparatos electrónicos.-

Ya nos encontramos rumbo a Venecia, después de una movida navidad en la capital española. En este preciso instante no se si estamos sobre Barcelona, Málaga, o Andorra. El vuelo no tiene pantallas de ningún tipo. Ni servicio a bordo. Es lo que nos toca por viajar en LowCost, a pesar de ser un vuelo de Iberia. Ademas de 65 euros cada valija despachada (mucho mas de lo que sale el pasaje por persona).

Por ahí haya algún desprevenido, o sencillamente se acoplen ahora a nuestra historia. Sea como sea, un breve resumen no va a venir mal. Si ya conoces la historia, y querés llegar directo al vuelo, vení que saltamos juntos.

El 23 de Diciembre de 2016, yo, German, desempleado por propia voluntad, y mi compañera Daiana de licencia sin goce de sueldo, decidimos emprender viaje al viejo continente. El objetivo: recorrer. Como la situación económica no es mala, pero tampoco es extraordinaria, no íbamos a poder recorrer tanto como nos gustaría con nuestro presupuesto, por lo que necesitábamos autosolventarnos. El blog actualmente es un hobby, que me lo tomo muy en serio, pero no me deja ningún tipo de ingresos. Y ambos sin trabajo, sin un sueldo fijo, ni un millón de dólares en plazo fijo que nos de una buena renta mensual, teníamos que buscar una forma de trabajar. Yo tengo ciudadanía italiana, pero mi coequiper no. Fue en un viaje al país trasandino en este invierno cuando surgió la idea:

-Working Holiday?-

– Podría ser… Pero a donde?-

-Nueva Zelanda no… Australia no… Irlanda no… Dinamarca? Porque no Dinamarca?

-Ademas de Danes en que hablan? Ingles?-

-Si, dicen que el 95% de la población habla ingles-

-Lastima que para mi “es veri dificol” (a lo mejor Carlitos Tevez posible)-

-Y ya fueeeee-

Volvimos de viaje, prácticamente sin cruzar palabras al respecto. El viaje fue sin escala: Antofagasta de la Sierra, Paso de Jama, San Salvador, Salta, Metan, San Miguel, Córdoba, Rosario, El Palomar. 2300 Kilómetros meditando.

-Buenas tardes pasajeros, les habla el capitán. En este momento nos dirigimos hacia Barcelona. En este viaje vamos a sobrevolar las ciudades de Niza, Genova y Bologna para finalmente llegar a Venecia, donde me informan que hay 10 grados actualmente. Muchas gracias y que tengan un buen vuelo.-

Esperemos que si, porque estamos bastante movidos por ahora…

Pasaron los días, y la idea seguía latente. El ambiente toxico en el que me veía involucrado día a día, empeoraba. El inútil que en ese momento se hacia llamar por gerente estaba insufrible. Me perseguían, me querían echar. Decidí tomar las riendas de mi vida, lo hablamos entre los dos, y pedimos el turno para la visa. A los pocos días nos contestaron que si, pero la fecha era el 10 de noviembre (faltaban 2 meses) para ir a presentar los papeles. Desde ahí, de 30 a 90 días para que nos respondan.

Nos presentamos con todos los papeles, solicitando el ingreso a Dinamarca para Marzo. La idea, era que sea una fecha del año 2017 lo mas cercana al inicio escolar, para que ella pudiera tomarse la licencia, y yo pasar un fin de año en relativa paz.

Venia todo sobre ruedas en el trabajo, demasiado bien, hasta que el imbécil en cuestión no pudo con su genio y no tuvo mejor idea que mandar a mi jefe a romperme las bolas. No voy a ahondar en lujos de detalles, solo que en 3 semanas me había sacado todas las ganas de decirle lo que pensaba, ir a recursos humanos, arreglar mi salida consensuada, llevarme algo de plata, sacar un pasaje para pasar las fiestas con mi familia, y sentirme mas tranquilo que nunca. Al fin me había ido de ese ambiente. El solo hecho de no volver a verle la cara a ese tipo, es la mayor alegría que cualquier humano puede tener.

No tenia trabajo, tenia pasaje de ida a Madrid, Daiana la licencia sin goce de sueldo aprobada, y la plata para sobrevivir hasta marzo… Pero no teníamos visa de trabajo. Eso me desesperaba, y hasta el ultimo momento en que termino yéndome del trabajo, no podía dejar de pensar. TODOS los que opinan del tema, insisten en que nunca se la rebotan a nadie, porque los requisitos son claros, y si no calificas, sencillamente no la solicitas. Con el mismo “ya fueeee” decidí irme del laburo sin mas. Y que excelente decisión.

Me ofrecen un café, 2,50 euros por un vasito de mentira.

-No, muchísimas gracias.- Le digo cordialmente a la aeromoza. Con lo movido que esta van a ser 2,50 euros al piso.

Una semana después, me suena el celular a la tarde, me había llegado un mail. De la Embajada del Reino de Dinamarca. Las visas habían sido aprobadas. Nos esperaban con los brazos abiertos. Todo estaba bajo control, una vez mas. Ahora las preocupaciones eran muy distintas. Había que concentrarse y pensar en… no se, comida, por ejemplo.

Dentro de ese lapso, la familia se fue enterando, al igual que los amigos. Cuando la visa paso a estar aprobada, la despedida era inminente. Por lo que después de muchos, muchos, muchos asados, juntadas, abrazos, lagrimas, y buenas vibras de muchísima gente como VOS, que hoy estas leyendo esto, llego el día de irnos. Así que nos situamos en Ezeiza, el 23/12/16 a las 20:30 hs en la Terminal C.

Lo primero que leí cuando saque el pasaje solo ida, es que lo mas probable era que no me dejaran embarcar, que me hicieran algún tipo de problema, que pasara algo en el mostrador que arruinara todos los planes. Cuando nos dieron la visa, sabíamos que la respuesta correcta era mostrar los papeles correspondientes. Lo bueno es que nada de eso ocurrió, y como si nada nos dejaron pasar. Incluso con cerca de 25kg en cada valija.

Salimos desde Buenos Aires en el vuelo AR1132 de la aerolínea de bandera, directo a Madrid. El vuelo no tuvo mayores percances, fue agradable, poca turbulencia, y no sufrimos frío en la cabina como suele ocurrir. De todos modos, una pobre señora al lado nuestro, que no había almorzado, termino vomitando antes de aterrizar lo poco que había desayunado. En fin. Llegamos al Aeropuerto de Barajas.

Eran las 15:30 de la tarde del día de Nochebuena. Con 14 grados nos supo recibir la ciudad, residencia de «el Oso y el Madroño». El aeropuerto Adolfo Suarez de Barajas es INMENSO. Me resulto mucho mas complicado que Heathrow, ya que me resultaron inentendibles las señales. Por supuesto que no muy distinto a Ezeiza, donde si uno se guía por los carteles, y no por memoria, no llega a ningún lado. Por suerte, los empleados con gorros navideños iban guiando a la gente, por lo que sin mayores inconvenientes llegamos hasta migraciones.

Mucho se ha hablado de los Argentinos que llegan al Aeropuerto de Barajas y los rebotan, haciéndolos volver a su país. Dos argentinos, 25 años, sin trabajo, con una visa provisoria (la definitiva te la dan en Dinamarca con la presentación de esos papeles y la toma de datos biométricos) sin pasaje de vuelta, y con un efectivo según el oficial de migraciones “bastante corto para la estadía”. Al día siguiente partimos hacia Venecia, como bien le explicamos. Pero eso no era suficiente, porque seguíamos dentro de la Unión Europea (mas precisamente del espacio Schengen de libre circulación). Ahí comprendí que el problema era que como máximo, como turistas, podíamos estar 90 días, y el se basaba en eso para hacer el calculo. 4000 euros para 90 días puede ser un numero que le haga ruido, no para un solo día. Fuentes extraoficiales dicen que uno tiene que calcular cerca de 60 euros por persona por día para que lo dejen entrar sin problemas. Y como mínimo 500 euros encima, asi se este un solo día. En nuestro caso, además del efectivo tenemos tarjetas de crédito, aunque las mismas pueden ayudar en situaciones ajustadas, no pueden ser tomadas como dinero. Si los extractos de cuenta bancaria, que mostramos ante el oficial. Igualmente los cuestionaba porque no estaban legalizados.

Faltaría a la verdad si digo que nos maltrato. El hombre fue muy correcto. Rompe bolas, pero correcto. Después de un buen rato, que la verdad se hizo interminable, decidió sellarnos el pasaporte y dejarnos pasar. Ahora, en frío, habiendo caminado por 24 horas nada mas la ciudad, pero habiendo recibido un trato EXCELENTE de absolutamente todas las personas que me cruce, creo poder decir que no estuvo tan mal. Migraciones esta para controlar, justamente, la inmigración ilegal. Y siendo la puerta de entrada a Europa para nosotros (no nos pidieron absolutamente nada al embarcar) no podemos esperar menos. Pero eso no quita el mal momento. Pero finalmente…

Retiramos el equipaje, y salimos a la calle. Estábamos en la T1, por lo que la forma mas directa de llegar a la Estación de Atocha (estación principal para todos los que llegan a Madrid) es en colectivo. La módica suma de 5 euros por persona, y media hora mas tarde estábamos ante la estación de tren mas grande que vi en mi vida.

Caminamos unas 6 cuadras, en subida, y bastante empinada, hasta el departamento contactado por Airbnb. La zona es parte del casco histórico, por lo que las propiedades tienen un valor excesivamente alto, siendo muy viejas. El departamento nos había salido muy barato, aproximadamente 650$, que al cambio promedio del momento de pago fueron 41 dolares. La moda es decirle “acogedor” a los departamentos minúsculos. Y este fue el caso. De todos modos, seguían siendo muy barato (el alojamiento promedio cuesta mas del doble, y en peor ubicación). El verdadero problema fue cuando llegamos, después de terrible subida: era un cuarto piso, por escalera de madera. Si no fuera por el dueño y un amigo, que nos dieron una mano, estaría necesitando un doble trasplante pulmonar. Estoy gordo, y fuera de estado.

Es la tercera vez que nos piden que nos abrochemos los cinturones, la turbulencia esta terrible y cada vez se me hace mas difícil escribir. Afuera no se ve nada, estamos dentro de una tormenta o eso parece.

Recorrimos la ciudad, cenamos, recorrimos otro poco, hablamos con la familia, deseamos felices fiestas, y con un jet lag mordiéndonos los talones, y unas pocas horas de sueño en la fila del medio de la clase turista de Aerolíneas Argentinas, nos desmayamos en la cama.

A la mañana siguiente desayunamos (Salí a comprar con 4 grados, casi muero congelado) e hicimos otro recorrido corto, ya que teníamos que ver bien como llegar nuevamente al aeropuerto.

A las 12:30 dejamos el departamento, y nos fuimos nuevamente rumbo a Atocha, ya que hay un tren urbano que llega hasta la T4, terminal donde parten los vuelos de Iberia, y otras compañías (exclusivamente para vuelos dentro de la UE).

Atocha me parecía gigante, acostumbrado a los “bebe recién nacido” de Constitución, Once o Retiro. Cuando entramos, la comparación mas certera es que entras a un shopping-aeropuerto-parque natural. La estación tiene un jardín con arboles, enredaderas, plantas de todo tipo, regadas artificialmente y alimentadas con la luz solar que entra por los ventanales. Ademas de muchos (pero muchos) locales de comida. Y boleterías del tamaño del check in de Aeroparque. En semejante mundo, preguntamos de donde salía el tren hacia Barajas. Nos indicaron, por lo que salimos para el anden. En el camino, nos encontramos con un acuario, con un montón de tortugas. Como si faltara algo.

Atocha al ser la central mas importante de trenes de Madrid, concentra todas las líneas y de todos los tipos de trenes. Seguramente haya trenes que no pasen por esta estación, pero les aseguro que llegan a absolutamente todas las ciudades de España. Los servicios nacionales son dos: el famoso tren bala AVE, y los RENFE. Los RENFE son trenes comunes (para el estándar europeo, entiéndase) que comunican distintos nodos y ciudades. Los hay con mas y menos paradas, rápidos, directos, y urbanos.

Los urbanos se agrupan en otra parte dentro de la estación, ya que se conocen como TREN DE CERCANÍAS.  Por lo tanto, para comprar los boletos uno tiene que dirigirse a la ESTACIÓN DE CERCANÍAS y comprar los boletos en las maquinas automáticas que dicen RENFE CERCANÍAS. Tienen otro color, están frente a la estación correspondiente, y son inconfundibles. Dos pasajes al Aeropuerto T4 nos salieron 5,20 euros, es decir, prácticamente la mitad que el colectivo.

Se aborda en el anden 1, y el tren tiene como destino Aeropuerto. Nosotros perdimos justo uno, por lo que esperamos unos 25 minutos. En ese lapso pasaron por los andenes 1-2 no menos de 10 trenes. No nos olvidemos que estamos hablando del día de Navidad, 25 de Diciembre.

Una vez arriba, 20 minutos mas tarde bajamos ya dentro del aeropuerto. Caminamos un buen trayecto, tomamos ascensores, escaleras y demás, hasta llegar a los puestos  800 (si, 800) del check in, donde están los mostradores de Iberia. Cargamos todos los datos en las maquinas, etiquetas inclusive para colocar en las valijas, y las despachamos. No nos controlaron el peso (ambas excedidas, lo mismo que en Ezeiza) ni los bolsos de mano.

Pensando en ir a almorzar algo, vimos el llamado mágico del capitalismo mas salvaje que puede haber: esa M dorada es inconfundible. Lo que para nosotros, los Argentinos, es una novedad que recién llega al Unicenter, en Europa ya esta arraigado. Uno hace el pedido en una pantalla, le pone y le saca a la hamburguesa lo que tiene gana, paga con tarjeta de crédito, le dan un numero y cuando lo llaman pasa a retirar. La modernización en su máxima expresión. Con un solo problema. El pedido demoro cerca de 10 minutos. Y el aeropuerto es muy grande, creo que ya lo dije. Comiendo a las apuradas, embarcamos cuando abrían la puerta de nuestro vuelo.

Estábamos en la misma terminal desde donde salía nuestro vuelo, nada podía salir mal. Excepto que las puertas tuvieran letras. Y tuviéramos que caminar muchísimo. Y para colmo que nos abran los bolsos de mano, culpa de las dos notebook que teníamos que presentar por separado. Y me hagan sacar las botas de trekking. Armando todo devuelta como pudimos, prácticamente corriendo por el aeropuerto, me acerco a una pantalla para ver donde ir. Veníamos bien, pero el cartel decía bien claro: Ultimo llamado IB 1544 con destino a Venecia.

Cuando vimos la puerta, ingresaban las ultimas dos personas. Entramos nosotros, y el capitán. Cerraron las puertas del avión y nos fuimos. El avión carreteó muchísimo, mientras veíamos otros aviones en la misma condición. Es mucho mas grande de lo que parece. Solo queda relajarse y esperar las 2 horas que nos separan de La Reina del Adriático.

La turbulencia se calmó. Estamos sobrevolando Génova. Mi compañera se quedo dormida. Esta recuperándose del fin de año, que estuvo a las corridas hasta antes de ayer, que fue el primer día que no trabajo. Yo en cambio vengo mas descansado.

Llegamos 5 minutos antes de lo previsto a Marco Polo, el aeropuerto de Venecia, según nos informa el comandante. El tiempo es bueno, aunque ya son las 18:05 hs. Hace 8 grados. Esto no es nada para el invierno.

Salimos, buscamos un carro y las valijas. Todo esta en orden. Un carabinieri se nos acerca con un Golden. Nos pide que nos detengamos y el perro se acerca a las valijas. Después de husmear un poco, decide que nuestra ropa, chocolates, y artículos fotográficos no son de su interés. Y nos dejan seguir. Veo los carteles en Italiano, y la Tricolore ondeando en el mástil. Mis tíos nos esperan para malcriarnos. Llegue a casa.

Gracias por habernos acompañado, y ser parte de este viaje. Estoy un poco atrasado, lo se. En este momento son las 12 de la noche, y estoy editando fotos, y acomodando los textos. No hace ni frío ni calor, 0 grados. Estoy al lado del fuego. Ya todos se fueron a dormir. En Argentina deben estar preparando la cena, ya que son 4 horas menos.

Les agradezco infinitamente a todos el apoyo que nos brindaron. Desde lo mas sincero de mi ser, gracias.

Cualquier duda o consulta, me pueden contactar por acá, o directamente por Facebook. Si les gusto, espero que compartan. Voy a escribir lo que hicimos en Madrid, y ya les cuento mas adelante sobre la ciudad de los canales, la cual ya conocimos en febrero de 2015. Y por supuesto, vamos a volver, dentro de muy poco.