Me he cruzado con muchas historias y lugares extraños. De hecho, cada vez aparecen más. Sin embargo, la historia del Castillo de Neuschwanstein y el Rey Loco es increíble. Siendo una de las atracciones más visitadas de Alemania, se convirtió en una postal del país. Y por si fuera poco, sirvió de inspiración para Disney…

Saliendo de nuestro viaje por Suiza, cruzamos Austria para luego adentrarnos en la región de Baviera.

Esta región ubicada en el sur de Alemania es famosa por sus atracciones, reconocidas a nivel mundial. La mas importante es el Oktober Fest, que se realiza en la ciudad de Munich. Sin embargo cuenta con mas atracciones: la localidad de Nordlingen, con su centro histórico dentro del cráter de un meteorito, o la hermosa Nuremberg.

A pesar de toda esta competencia, la atracción mas visitada de la región se encuentra cerca de la localidad de Fussen.

Las curiosidades alrededor de esta obra son muchas, y la primera de todas es la fecha de su construcción. Lo más probable es que esta monumental obra fuera construida hace varios siglos atrás, pero no. El castillo de Neuschwanstein fue construido entre los años 1868 (apertura de los caminos para su construcción) y 1886, que finalmente fue abierto al público.

El monarca que ordenó semejante castillo fue Luis II de Baviera, quien quería vivir en un “castillo de cuento de hadas” con grandes salones y comodidades de la época medieval. Sin embargo, la historia no jugaría a su favor…

El rey fue destronado por considerarlo loco, y termina muriendo en extrañas circunstancias en un lago cercano al castillo. Nunca llegó a verlo terminado.

Si bien el castillo de Neuschwanstein fue abierto al público poco tiempo después de su muerte, continuaron la construcción de distintas torres y salones en los años posteriores.

El amor a su tierra hizo que Luis II exigiera que se utilizaran materiales y obreros de la región de Baviera, lo cual forzó a un crecimiento de la cantidad de constructores, mineros y artesanos, entre otras actividades. Ese apoyo termina creando un poder industrial que hoy en día sigue vigente, convirtiendo a Baviera en una región rica e industrializada. Marcas reconocidas por sus productos de alto desarrollo y valor, como Audi, BMW, Siemens, Adidas, entre otras.

Ubicado a solo 4 kilómetros de Füssen, el castillo de Neuschwanstein se convirtió en la atracción turística por excelencia de la región de Baviera. Inclusive superando a la cantidad de asistentes al Oktoberfest de la localidad de Munich.

El pueblo de Hohenschwangau ubicado al pie de la colina de Neuschwanstein es la puerta de entrada al castillo. Ahí mismo se encuentra alojamientos (bastante costosos), algunos restaurantes, y servicios para los turistas. Ahí mismo se encuentra la boletería para ingresar al castillo.

La localidad más cercana es Fussen (4 kilómetros) y la ciudad más cercana es Munich (125 kilómetros).

El transporte público se vincula con Hohenschwangau. Tanto el bus 73 como el 78 llegan al pueblo, aunque sus horarios suelen variar bastante según la época del año. La otra opción es ir en vehículo propio o con alguna excursión.

Desde Munich hay varias excursiones, casi siempre combinadas con alguno de los palacios.

Una muy recomendable (en español) es la que visita el castillo de Neuschwanstein y el Palacio Linderhof.  (Soy afiliado, gracias!).

Nosotros fuimos con el auto que habíamos alquilado. Al llegar a Hohenschwangau se encuentran 3 zonas de estacionamiento, con un costo de 5-6 euros. A partir de ahí, hay que seguir a pie.

Los tickets para ingresar al castillo de Neuschwanstein deben ser comprados antes de comenzar el ascenso.

Hay 3 opciones de tickets:

• Ticket (Solo el castillo de Neuschwanstein): 13 euros. Incluye la visita guiada al interior del castillo.
• Königsticket  (El castillo de Neuschwanstein + el castillo de Hohenschwangau): 25 euros. Solo es valido por 24 horas.
• Königsschlösser (Incluye ambos castillos, y los palacios Linderhof y Herrenchiemsee): 26 euros. Es valido por 6 meses.

Para acceder al castillo de Neuschwanstein es necesario realizar el ascenso desde Hohenschwangau. Si bien es de poco más de 1500 metros, es todo en subida y solo cuenta con dos formas de ascenso. A pie, o a caballo en carros.

Subiendo a pie, es obviamente gratuito.

Subiendo en los carros tirados por caballos, se debe abonar 7 euros y lo dejan a uno a 450 metros de la entrada. Por lo que solo se ahorran unos 1000 metros, aunque son los más empinados.

Antes del comienzo de la visita guiada, las pantallas del patio nos informan los distintos horarios y cuando es posible ingresar. En la recepción hay que dejar las mochilas si son demasiado grandes. Si se ingresa con mochila, esta debe ir adelante.

Está terminantemente prohibido tomar fotografías en el interior del castillo.

Un guía se acerca y nos permite ingresar a todos los que tenemos ese turno. Una vez que inicia, no se puede agregar más gente, por lo que es importante estar ahí de forma puntual.

La visita al castillo de Neuschwanstein es en aleman e ingles, por lo que se pueden solicitar audioguías en español. En cada salón, el guía en cuestión nos va a ir habilitando el audio correspondiente. Lo recomiendo.

La visita guiada nos lleva por distintos salones del castillo y nos cuenta la historia de cada salón. Si bien puede parecer todo relacionado, no hay que olvidarse que es un castillo “moderno” por lo cual muchos lugares fueron construidos rememorando la época medieval.

La visita dura alrededor de 30 minutos, y si, termina quedando gusto a poco. Podría ser de una hora tranquilamente.

Las opiniones sobre el castillo son divididas. En mi opinión personal, el interior del castillo es igual o más impresionante que el exterior.

En el exterior se encuentran varios miradores, que pueden estar habilitados o no segun la epoca del año.

El más famoso, es el de Marienbrucke, que se encuentra en ascenso desde el castillo hacia la derecha. En invierno suele estar cerrado por la nieve, así que no pudimos visitarlo. Todos afirman que la vista es impresionante, y las imágenes no dejan dudas.

En la calle de ascenso se encuentra un mirador con piso de reja, desde el cual se puede ver al castillo en todo su esplendor, y el cañón hacia abajo. No apto para gente con vértigo.

• Llevar calzado cómodo, ya que vamos a caminar bastante.
• No llevar mochilas demasiado grandes, ya que las subidas son empinadas y después no pueden ser ingresadas al castillo.
• Prestar atención al clima, principalmente en invierno. El hielo y la niebla suele cerrar senderos. Además con la niebla no se disfruta del exterior del castillo.
• En verano es necesario reservar con anticipación. Hay cupos limitados por día para ingresar al castillo.