El pase al complejo es una entrada que se compra en el museo o enfrente del Baptisterio. Tambien pueden comprarlos online.
Se trata de un pase general, para todas las atracciones, que tiene un costo de 15 euros por persona. Los lugares a los que se accede es: al Baptisterio, al Museo del Duomo, a la Cupula, al Campanile, y a la Cripta.

No se mareen, vayamos por partes, como diría Jack.
La Basílica es la gigante, entrar es gratis. Su verdadero nombre es Santa Maria Dei Fiore.
El Baptisterio, es ese edificio circular que tiene justo enfrente, donde se realizan los bautismos.
La Cripta, honestamente, desconozco cual es y donde es. Vimos una cripta al bajar, pero tiene horarios, no esta indicada, muy confuso todo. Supongo que era esa, la de Brunelleschi, pero no puedo confirmarlo.
El Duomo, por supuesto, es la cúpula roja, la cual tiene un mirador en la parte superior, y se ve toda la ciudad y las montañas de alrededor.
El Campanile, es el campanario que esta al costado de la Basílica, donde obviamente, suenan las campanadas. También tiene un mirador.
La Iglesia de Santa Reparata, que es la base sobre la que se construyo la Basílica actual.

El museo della opera del Duomo, donde se cuenta la historia y se pueden ver diversas obras.

El precio es de 15 euros, todas esas entradas, que es una sola tarjeta, para 48 hs. desde el primer ingreso.

Ahora, esta cantidad de atracciones es gigantesca para un solo día, principalmente si se encuentran recién llegados. Por lo tanto, habría que dejar de lado algunas cosas. El precio, por supuesto, no baja.

La basílica sin dudas es impresionante, desde cualquier punto en altura se distingue, y su presencia es imponente. La fachada tiene tantos detalles que después de observarla durante horas, siguen apareciendo nuevas partes. Sin embargo, su interior a uno lo deja perplejo, y no para bien. La realidad es que por dentro no tiene demasiados detalles. La cúpula de Brunelleschi es impresionante, pero es tan alta, que desde abajo apenas se distinguen las pinturas. De cualquier forma, el patrimonio mas importante de Florencia tiene un dato que no puede pasarse por alto: su construcción se inicio en 1296. Mas de 700 años después, sigue impresionando.

Siguiendo el sentido de la visita a la Basílica, antes de la salida se encuentra una escalera descendente. Por ahí se accede a la Iglesia Santa Reparata. Se trata de la iglesia que se encontraba originalmente en este lugar, que fue demolida. De hecho, se van a encontrar con 4 fechas distintas de restos arqueológicos, ya que las excavaciones siguen encontrando materiales anteriores. Se cree que fue demolida y reconstruida varias veces, antes de la construcción definitiva que se ve actualmente.

Al descender dentro de la Basílica hacia la Iglesia, se puede observar la tumba de Brunelleschi. Según tengo entendido, se puede visitar, pero nunca pude encontrar como hacer, ni nadie supo darme información certera. Por lo tanto, la vimos desde afuera.

El baptisterio fue originalmente construido para bautizar a los niños. Su interior es muy llamativo, aunque no resulta una visita fundamental. Es similar a la imagen de la Basílica: No es por dentro lo que parece desde afuera. Eso si, la cúpula es impresionante.

El museo tiene una colección bastante importante de obras, y cuenta la historia de la Basílica. Ademas de las diversas esculturas, hay varias maquetas antiguas y herramientas de la época. Dentro se encuentra la puerta original del Baptisterio, ya que la que esta en el exterior es una replica.

El pase les ofrece la posibilidad de realizar los dos ascensos a la parte alta del complejo. Uno es el del Duomo, que es el mas alto. El otro, el del Campanile, que se encuentra fuera de la Basílica, justo al lado. Nosotros, obviamente, subimos a ambos. Pero con un grave error. EL MISMO DÍA. Ninguno de los dos tiene ascensor ni nada que se le parezca. Hay que leerse el histórico cuento de Cortázar «instrucciones para subir una escalera» y ponerlo en practica.

Poniendo en practica lo leído, «la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente», comenzamos el ascenso. El mirador del Duomo es el mas alto. Por momentos, se torna excesivamente claustrofóbico. Y el angulo de ascenso es MUY grande. Pero se puede hacer, en 15 minutos estábamos arriba. Debido a la gran cantidad de turistas, a que en un pequeño, pero muy encerrado trayecto el camino es de ida y vuelta, la cantidad de visitantes es limitada. La única forma de acceder es con turno previo. Ya lo explico mas adelante, ya que es el mismo sistema que para el Campanile. La cantidad de escalones: 463

El campanile es un poco mas bajo, por lo que la cantidad de escalones se reduce a 414. El camino es angosto, pero mucho menos, por lo que la sensación de claustrofobia queda exclusivamente para los que lo sufren. De cualquier forma, la exigencia es la misma. El problema del mirador es que se encuentra completamente enrejado. Y, a mi personalmente, me dio una sensación de inestabilidad bastante fuerte. Es una aguja, del año 1349, y el viento sopla de lo lindo. Igualmente, no se mueve para ningún lado, fue sencillamente una sensación mía. Pero hay una diferencia abismal con el mirador del Duomo. Y es que justamente, se ve el Duomo. Admirar desde esa altura la cúpula, es impagable. Por lo tanto, si tuviera que elegir, para hacer un solo ascenso, elegiría este.

Para comprar el pase hay dos puntos de venta. Uno es en el museo, enfrente de la parte trasera de la Basílica. La otra (donde las compre yo) es enfrente del Baptisterio. Al ingresar al edificio, se encuentran con un patio, con varias maquinas automáticas en Italiano e Ingles. Al elegir el boleto, con el día incluido, les indica que elijan un día y horario para subir al Duomo. Además, les dice la cantidad de lugar que queda para cada turno. Son 200 turnos cada media hora.

De todas formas, en verano rondan los 2 días de demora, mínimo. Como fuimos en enero, no había nadie, y teníamos turnos para esa misma hora. Luego, les ofrece el horario para subir al Campanile, que es opcional. En nuestro caso, no reservamos, ya que si hay poca gente se puede subir directo.

La maquina, al momento del pago, me solicita que inserte la tarjeta de crédito, luego que la retire… y error. Se tilda. 2 boletos, 15 euros cada uno… Yo de esta maquina no me muevo hasta que me de los dos boletos que pedí. Mi compañera de viaje fue a buscar a una chica, que nos dijo que ya había llamado al servicio técnico, que lo aguardemos dos minutos.

5 minutos después, 2 hombres se encontraban con nosotros. Buscaron desde sus celulares las transacciones, y nos confirmaron que no había ingresado. Que lo hagamos nuevamente en otra maquina. Al hacerlo instantáneamente nos dio los comprobantes y los tickets, por lo que los hombres me mostraron en el celular que la transacción había entrado. Todo muy transparente.

Nunca me llegó el cargo repetido. Después pude ver que tienen de forma permanente gente del servicio técnico para cualquier tipo de avería. Y como un detalle, se daban a entender en español.

Como en casi toda Italia, el Vaticano expandió su poder durante siglos, por lo que no es extraño encontrarse con un templo católico a 100 metros de otro. En las grandes ciudades, esto se multiplica. Florencia, obviamente, no es la excepción. En casi todas las iglesias, o por lo menos en las mas importantes, la entrada es de pago, y tiene un costo de (casi siempre) 8 euros por cabeza.

Dependiendo lo que quieran ver, elijan cuales van a visitar. Yo personalmente tenia interés en ir a una sola, y era la de la Santa Croce. Por lo tanto, es la única de la que les puedo contar y mostrar en fotos.

Ubicada muy cerca del río, la Basílica de Santa Croce cumplió durante muchos años la función de Campo Santo. Por lo tanto, al caminar dentro de la Basílica uno en verdad camina sobre las tumbas de unos cuantos Fiorentinos. Por dentro, se trata de un templo frío, con una gran cantidad de tumbas. Personalmente, tenia muchísimo interés en 2 de ellas, y fue por las cuales quise entrar.

Ademas del templo principal, los jardines tienen varias iglesias mas pequeñas, cada una con su historia, pero en su mayor parte destruidas.

En la ultima sala a la que se ingresa, una imagen restaurada de «la ultima cena» invita a sentarse y ver una proyección. En ella se explica el porque de ese estado de destrucción. Durante el 3 de Noviembre de 1844. El río tuvo su máxima crecida. Se desbordo. Y llego hasta la marca en el mármol.

Por si fuera poco, la inundación del año 1966, de la que muchos abuelos se acuerdan, se encargo de destruir, entre otras cosas, al crucifijo. Después de eso, a la hora de restaurarlo, el debate fue sobre cual era la mejor técnica. Y finalmente, decir que la técnica era «poco honesta». En fin, todo eso pueden verlo en video (ingles e italiano) donde muestran lo que fue la ciudad ese año. Solo para entender el contexto: 5 metros de agua en algunas partes del casco histórico, 34 muertos, el Ponte Vecchio destruido.

Finalmente, al lado de los baños, una puerta corrediza automática deja al descubierto lo que es uno de los campo santos mas impresionantes que vi. Todo el piso son tumbas, por lo cual, por respeto, decidimos no entrar ya que había que pisar.

No tengo idea de la cantidad de museos que tiene Florencia, solo puedo decirles que son muchos. Suponiendo que seas un fanático/a del arte, no vas a estar leyendo este post, y vas a tener información de otro lado mucho mas especifica de que museo visitar. Para el resto de los mortales que quiere vivir la esencia cultural y artística de Florencia, les paso a contar.
Florencia tiene 3 museos que son los mas grandes, importantes, y visitados. De estos 3, visitamos solo 2, porque la realidad es que son tan grandes, y tienen tantas obras de las cuales (personalmente) entiendo tan poco, que finalmente me termine agotando de caminar entre cuadros y esculturas.

Ubicado en la Piazza de la Signoria (al costado del departamento donde estábamos parando) tiene en su interior varias obras de arte de importancia. Sin embargo, este museo, por una cosa y otra, termino quedando relegado para que finalmente decidamos no visitarlo. Si alguno ya recorrió, y me quiere comentar si estuvimos bien o mal, lo espero en los comentarios. Así la guía les sirve a todos los que entran a leer.

Este museo esta al lado del Palazzo Vecchio. Se trata de uno de los edificios históricos mas grandes de Florencia, ya que fue construido para albergar las oficinas de gobierno, que cumplían funciones en el Palazzo Vecchio. Sin embargo, desde su construcción una parte fue utilizada para exponer pinturas y esculturas, propiedad de los Medici. El recorrido es muy largo, y la cantidad de obras es impresionante. Todas las salas de la galería (a lo largo de los dos pisos) cuentan con una temática correspondiente. El tiempo mínimo dentro es de un par de horas, el máximo… no tengo idea.

Un detalle que me llamo mucho la atención, fue que en ciertas obras (especialmente en esculturas) había replicas para personas no videntes. Es decir, que se podían tocar. Obviamente, su descripción se encontraba en Braille. Y en El Nacimiento de Venus de Boticcelli, había una replica sobre un pedestal.

El precio de la entrada es de 8 euros por persona.

Este museo, ubicado del otro lado del Arno, es impresionante. Si bien fue construido por Luca Pitti, tuvo distintos usos a lo largo de la historia. Actualmente tiene varias de las colecciones mas importantes de Florencia. Dentro se pueden ver esculturas, pinturas, prendas de vestir, relojes. Ademas, tiene varias de las habitaciones conservadas tal cual fueron usadas por los Medici.

Al momento de comprar la entrada, puede resultar bastante confuso. Hay dos entradas distintas. Una permite el acceso al museo principal, junto a otros museos menores que se encuentran dentro. Y la otra permite el ingreso a los jardines, junto a otros pequeños museos. El precio de ambas combinadas es de 20 euros por persona.

La entrada física se encuentra justo enfrente de la entrada al palacio. Considerando que se realizo la visita del museo primero, seria al salir hacia la derecha. Los jardines son mucho mas grandes que el palacio en si, por lo que recorrerlos puede resultar un tanto desalentador. Hay mucho que caminar, y al ser en subida y bajada, fácilmente se opta por dejar de recorrer un tramo. Les recomiendo que miren los mapas, y busquen las esculturas que quieran ver, y armen así el recorrido. Pensar en recorrerlo completo, no tiene sentido.

De todas formas, recomiendo que si no tienen un gran interés en el arte, visiten solo los jardines. El museo es impresionante, pero a mi personalmente me gusto mas el Ufizzi.

Ingresar solo a los jardines tiene un costo de 7 euros por persona.

A pesar del tiempo que estuvimos en la ciudad, no llegamos a conocer este museo. Por lo tanto, no puedo dar demasiados detalles. Nos recomendaron que lo visitáramos, pero de igual forma no lo hicimos. Dentro se encuentra El David de Miguel Ángel, ya que el de la Piazza de la Signoria es una replica.

No existe cosa mas linda en una ciudad que admirarla desde arriba. Florencia no es la excepción, y por suerte posee varios miradores. Nosotros conocimos 2. Uno es el de los Jardines, mencionados anteriormente. Desde ahí se puede ver toda la ciudad, según el punto desde el que uno se encuentre.

El otro es desde la Piazza Michel Angelo. En este caso, el mirador es publico, se encuentra muy cerca del Palazzo Pitti, solo que en una subida bastante «come-cuadriceps». La opción es subir con el colectivo 12, que por 1,30 euros los deja en el mirador, y pasa muy cerca del centro de Florencia.

Si bien los dos miradores se encuentran bastante cerca, las vistas son bien distintas. Por lo que recomiendo que hagan ambos. Si tuvieran un solo día, no sabría decirles cual hacer. Principalmente, porque creo que los jardines no deben ser dejados de lado. Pero si no tienen interés en caminar por los jardines, vayan a la Piazza.

Con lo ya hablado tienen un gran panorama de las atracciones de la ciudad. Ahora, si la idea es deambular mas, y entrar a menos lugares, acá les doy algo que les puede interesar.

El puente viejo de la ciudad, es una atracción de por si solo. Si bien no tiene un encanto único, que si tienen los demás puentes sobre el Arno, este se encuentra lleno de locales. Puntualmente de joyerías. Las hay de todos los gustos, aunque no hay nada muy económico.

Mirando de frente el Palazzo Vecchio, sobre la derecha se encuentra un museo al aire libre. En el se pueden ver distintas estatuas de mármol, cada una con una historia en particular. Si bien ninguna es particularmente famosa, si tienen historia. Tiene horario de apertura, y seguridad que las custodia. Si no me equivoco, cierra a las 19 hs.

Este barrio, protegido por su patrimonio histórico, es una de las zonas mas tranquilas de Florencia. Se encuentra detrás de los jardines del Boboli, Perderse por sus calles puede parecer algo tétrico, pero es una experiencia mas que recomendable.

Como no podía ser de otra forma, los restaurantes en Florencia son de medio-caros a muy caros. No existe, o al menos no encontramos, una opción económica para sentarse a comer. Si de comparación se trata, los conos de papas fritas rondan los 5 euros en el centro histórico. En Roma (habiendo excepciones, obviamente) rondan la mitad. Y la famosa Bistecca a la fiorentina, como muy barata se consigue a 35 euros el kg, en un restaurante. Estamos hablando de un precio realmente bajo. Normalmente sale 45 euros y llega a 60 en los restaurantes de nivel alto.

En contrapartida, los cafés si son accesibles. En su consecuencia, es muy difícil encontrar lugar para sentarse. Un Ristretto sale 1,10 a 1,50 y un chocolate caliente 3 a 5 euros.

Considerando que estamos de viaje por largo tiempo, es imposible subsistir en restaurantes con esos precios. Por lo que recurrimos a los dos viejos trucos viajeros: departamentos con cocina, y… la infaltable, riquísima, y muy querida Pizza. Las pizzas en Italia son individuales, ya que son muy finas y no vienen muy cargadas. Olvídense de Guerrin, Las Cuartetas, Banchero… Dos de muzza y una faina en la barra son mas suculentas que una pizza entera. Pero no por eso la vamos a discriminar… Due margherita per favore!!

La pizza en Florencia sale entre 5,50 y 8 euros, dependiendo mucho del lugar. En los restaurantes de alta categoría llegan a pedir 12 euros por la popular Margherita.

Los supermercados, en contrapartida, tienen algo que me sorprendió muchísimo: en pleno centro historico de Florencia, o en la fortaleza veneciana de Palmanova, los precios son idénticos. Varían las ofertas, y los productos de estación, lo cual es completamente razonable, pero una botella de agua sale lo mismo en todos lados. El pan, un pote de Nutella, los lacteos, los Kinder Pingui, un paquete de fideos, los chocolates Lindt, los Kinder Bueno, los Gianduia de Novi, y no recuerdo si algo mas. En definitiva, todo lo que cualquier humano necesita para sobrevivir en el viejo continente.

El transporte publico es bastante costoso en Italia, si se compara con las monedas que sale en Sudamérica. Los colectivos urbanos están 1,30 euros. Los trenes dependen mucho del tipo de tren, horario, y antelación de compra. La ventaja es que en la web oficial de Trenitalia pueden buscar con fecha exacta los pasajes. Casi nunca tienen modificaciones, los atrasos son poco comunes, y por lo general si tienen combinaciones los trenes suelen esperar unos minutos. Las pocas veces que se atraso, en el trayecto va recuperando minutos (hablamos de regionale, regionale velocce, intercity, los Freccia, e Italo siempre recuperan el tiempo de atraso) y nunca perdí una conexión. Los regionales salen siempre lo mismo, salvo raras excepciones.

Es la forma mas económica de recorrer ciudades interurbanas, aunque muchas veces es la mas lenta también. De Bologna a Florencia Santa Maria Novella (la estación central de Florencia) sale 9.35 euros. Desde esta misma estación, hasta la ciudad de Siena, sale 9.20 euros. Hasta la ciudad amurallada de Lucca (desde donde escribo) sale 7.50 euros. Todo esto es por trayecto (es decir, solo ida) y por persona.

Fanáticos del auto: olvídense. El centro histórico de Florencia es gigante. La señalización no es la mejor. Y dentro se van a mover a pie. Por lo tanto es un desperdicio tener un auto alquilado y parado. Ademas el estacionamiento siempre es pago, y en las ZTL las multas son muy costosas. No recomiendo para nada que alquilen un auto en Florencia. Si para recorrer la Toscana, como muchos hacen, se quedan en Florencia recorriendo y alquilan el auto para irse.

La Firenze Card (o Tarjeta de Florencia) es un pase libre para visitar (casi) todos los museos de la ciudad. Pero, su principal ventaja, es que en época de verano no hay que hacer fila en un montón de atracciones. Obviamente, como explique en un principio, la cantidad de gente que visita la ciudad en verano, hace que se forme una doble fila: todos los que tienen la tarjeta para no hacer fila. Consultando a la gente de Florencia, nos dejaron bien en claro la situación: no vale la pena.

El precio de la tarjeta es de 72 euros por persona, y tiene una duración de 72 horas. Por los precios de las entradas a museos e iglesias, y la cantidad de transporte publico que pueden tomarse (y esta incluido) a duras penas van a lograr sumar los 72 euros. Sin embargo, si su idea es sumar lugares, y no recorrerlos tranquilos, por ahí les convenga.

Aca pueden ver la lista de museos que incluye la tarjeta.

¡Esto ha sido todo amigos!

Espero que les haya servido. Cualquier consulta no duden en hacernosla llegar, ya sea por los comentarios o por Facebook.

Gracias a todos, y buen viaje.