Coronavirus en Suecia: visto por un argentino residente

Son demasiadas las personas que nos preguntan diariamente cual es la situación actual del Coronavirus en Suecia. Desde el porqué no usamos barbijos a la razón por la que seguimos saliendo a la calle, y un largo etcétera que siempre encuentra las mismas respuestas.

Lo que vas a ver a continuación es una compilación de datos e información obtenida de distintos medios no disponibles en castellano/español. Al final dejo los links correspondientes.

Puede que sea la primera vez que lees esto, así que te dejo una breve introducción.

Vivo en Suecia desde mayo del 2019, donde junto a mi novia nos instalamos después de haber vivido en Dinamarca e intentado nuevamente volver a Argentina.

En marzo del 2020 decidí volver a visitar a mi familia, por lo que viajé el día 8, cuando un brote de virus estaba apareciendo en Europa y empezando a complicar a Italia.

21 días después debería haber vuelto. Sin embargo, a los pocos días me cancelaron el pasaje. Argentina implementó una cuarentena estricta y cerró el espacio aéreo por lo cual no me lo reprogramaban.

Un viaje de 3 semanas se convirtió en un encierro de 7, de las cuales me pude librar gracias a un vuelo de Iberia programado por la Embajada de España en Buenos Aires, a la cual me puso en contacto la Embajada de Suecia. Ellos me gestionaron el acceso al mismo y luego de un viaje muy interesante llegué nuevamente a Estocolmo.

Esta historia la pueden ver en mis historias de Instagram.

Ahora si, empezamos!

El Coronavirus en Suecia ha registrado su primer caso el día 31 de enero del 2020. Se trata de el caso más auténtico de importación posible: una mujer que venía desde Wuhan, China.

Con el correr de los días, la transmisión comunitaria de diversos países, unida a la libre circulación que el área Schengen permite a sus ciudadanos, hizo que en un mes hubiera transmisión comunitaria en las grandes ciudades suecas: Estocolmo primero, seguida de Gotemburgo y Malmö.

Antes de hablar de las decisiones tomadas por el gobierno sueco en materia del Coronavirus, vamos a explicar brevemente como funciona el país.

Suecia es una monarquía constitucional parlamentaria.

El gobierno del país recae en manos del Primer Ministro (Stefan Löfven), quien a su vez asigna a los ministros correspondientes.

La cartera de salud junto a asuntos sociales recae en el Socialdepartementet, controlada por la ministra Lena Hallengren.

Sin embargo, la parte sanitaria recae en la Folkhälsomyndigheten, conocida como la Agencia de Salud Pública de Suecia. La misma, se encuentra controlada por Johan Carlson.

Dentro de esta agencia, el jefe del departamento de salud pública es la cara más visible de todo este proceso, el epidemiólogo Anders Tegnell.

Con una carrera profesional completamente dedicada a las epidemias, cosecha seguidores y detractores en partes iguales. Nadie cuestiona su conocimiento sobre la materia, ya que es considerado una eminencia en su campo, pero si su postura a la hora de tomar decisiones, alegando que «no es lo mismo un laboratorio que la población civil».

Por lo tanto, todas las decisiones en materia de salud son tomadas por Tegnell, corroboradas por Carlson y ejecutadas por Löfven.

Cuando hablo de «Suecia» y «Gobierno» a la hora de tomar decisiones, me refiero siempre a este esquema.

Al detectar la transmisión comunitaria, y viendo los principios de estragos que estaban ocurriendo en otros países, Suecia comenzó a hacer lo mismo que todos los países hicieron: Combatir el Coronavirus con aislamiento y distanciamiento social.

Se fomentó el teletrabajo (algo que ya ocurría y que muchos ya hacíamos eventualmente antes, conocido como «home office»), y se incentivó a la gente a no usar el transporte público en hora pico. Sin embargo, no fue suficiente, y empezaron las prohibiciones.

Lo primero en prohibirse fueron los espectáculos masivos: no era posible organizar eventos de más de 500 personas. Por lo tanto, recitales, eventos al aire libre, partidos de futbol y fiestas en grandes salones quedaron inmediatamente suspendidos.

Pero, por supuesto, tampoco era suficiente.

Al ver que los casos seguían subiendo, y con recelo al tan temido «colapso sanitario», Suecia endureció las medidas aún más.

• Las reuniones de más de 50 personas quedaban completamente prohibidas, sin excepciones.
• Todos los estudios que pudieran continuar remoto (especialmente cursos de adultos y universidades) debían ser hechos a distancia. En caso de no ser posible, dividir los cursos presenciales para evitar aglomeraciones.
• Fuerte desincentivo para viajar alrededor del país y al exterior. Amenaza de bloqueo estricto a Estocolmo por la enorme cantidad de gente yendo a las montañas.

Con estas medidas, se logró en cierta forma contener el avance veloz de la enfermedad, aunque seguía avanzando sin piedad.

Uno de los puntos más importantes de la preocupación sueca frente a un colapso sanitario era simple:

Suecia era el país con MENOS camas de terapia intensiva disponibles cada 100.000 habitantes de toda la Unión Europea.

Por lo que la opción de simplemente ralentizar la propagación no era una opción viable: había que mejorar las condiciones hospitalarias.

La primera reunión entre la agencia de salud publica sueca, y distintos responsables de las terapias intensivas de los hospitales más importantes del país, ocurrió el día 29 de enero. 2 días antes de que el primer caso llegara a Suecia.

Creían que el virus no iba a ser un gran problema, pero Tegnell, que tampoco lo creía, afirmaba que debían estar preparados por si finalmente el virus se propagaba. Al ver la situación de Italia, no tuvieron mas remedio que aceptar que Suecia iba hacia el mismo lugar.

Las vacaciones de primavera (no existía bloqueo alguno a nivel europeo) hicieron que miles de personas viajaran alrededor del mundo. Al regreso, ocurrió lo que todos esperaban, y los casos comenzaron a subir.

Al momento de comenzar la transmisión comunitaria del Coronavirus en Suecia, la región de Estocolmo contaba con 90 camas de terapia intensiva disponibles. A nivel nacional, el número era de 526.

En un par de semanas lograron preparar y disponer de 1.100 unidades de terapia intensiva libres.

El Hospital Karolinska (del mismo instituto responsable del premio Nobel de medicina) llevó su capacidad de 38 a 200 UTI disponibles.

La máxima ocupación ocurrida al 12 de agosto del 2020 ha sido de 160 personas al mismo tiempo.

La preparación de Estocolmo, al igual que de las otras grandes ciudades, permitió que el sistema de salud se viera sobrecargado pero nunca saturado y lejos del colapso.

Sin embargo, en otras ciudades menores de Suecia la situación fue más compleja. Al igual que ocurre en los balnearios costeros o villas de montaña de cualquier país, los turistas suelen duplicar o triplicar la cantidad de pobladores habituales.

Por lo tanto, distintos actores del gobierno salían repetidamente a pedir por favor que la gente no viajara hacia esos lugares si no era necesario. La postura era clara: Mientras el Karolinska cuenta con superficie y personal suficiente, los pequeños hospitales (bien equipados y con personal altamente capacitado) no cuentan con suficiente espacio para un aluvión de turistas.

A pesar de momentos de tensión, la situación pudo ser controlada y no se llegó al colapso de ningún sitio (aunque si ha estado cerca).

Las estrategias pueden ser perfectas, pero los planes no lo son.

Suecia admitía que el virus no iba a poder ser controlado, por lo que no fomentaba el contagio masivo, sino que lo aceptaba como tal.

Las prioridades eran claras:

• Que los hospitales no colapsen.
• Que el virus no se expanda en los geriátricos y residencias de mayores.
• Intentar sostener la economía en marcha.

Los hospitales no han colapsado hasta ahora, eso ha sido un acierto.

La economía se ha contraído a la par del mundo. Muchos (entre los que me incluyo) perdimos nuestros trabajos debido a una caída brutal en los ingresos de las compañias. Sin embargo hemos tenido una respuesta acorde de parte del gobierno (hablo sobre ello más adelante).

Pero el virus ha hecho estragos en las residencias de ancianos.

A pesar de que se prohibieron las visitas de familiares y se realizaron estrictos protocolos de higiene, el virus ha ingresado por medio de los propios empleados, portadores sin saberlo del virus.

Ese ha sido el gran fallo por el que tantas veces se ha pedido disculpas, sin saber como podría haberse evitado sin recurrir a un bloqueo estricto de todas las actividades.

¿Podría Suecia haber gestionado la crisis del Coronavirus de mejor forma que el resto de los países?

Imposible decirlo hoy. Aún no hay una solución al respecto y la posibilidad de un rebrote está latente. Nadie dice que esto esté solucionado y solo con el tiempo gente experta en el tema va a intentar definir.

Hoy, 12 de agosto del 2020, la situación es la siguiente.

Suecia se encuentra en la decimonovena posición respecto a la cantidad de infectados cada 100.000 habitantes.

Si medimos la tasa de mortalidad cada 100.000 habitantes, se encuentra sexta.

Considerando que no hubo colapso en los hospitales (todos lo enfermos han podido recibir el mejor tratamiento disponible posible) los números no son demasiado buenos.

Los siguientes gráficos reflejan la situación de Suecia frente al coronavirus que consideré importante aclarar. Los traduzco y explico uno por uno.

Al final del post dejo las fuentes correspondientes.

• Cantidad de contagios: 83.455 total (48.487 mujeres y 34.968 hombres).
• Contagiados que requirieron o requieren cuidados intensivos: 2.537 total (687 mujeres y 1850 hombres).
• Muertes: 5.774 total (2.611 mujeres y 3.163 hombres).

El primer gráfico corresponde a la cantidad de infectados según el rango etario. Entre 50 y 59 años se encuentra la mayor cantidad de infectados totales.

El segundo gráfico muestra el rango etario de contagiados que requirieron terapia intensiva. La mayor cantidad se encuentra entre los 60 y 69 años.

Mientras que el tercer gráfico representa las edades de muerte de los contagiados, siendo los mayores de 70 años los que se han llevado la peor parte.

¿Por que la cantidad de terapia intensiva de los ancianos no corresponde a la cantidad de muertes? Muchos infectados no llegaron siquiera a ser internados, falleciendo en sus hogares o asilos.

La cantidad de infectados desde fines de marzo se mantuvo oscilando entre los 600 y 800 casos, con retrasos en los reportes de fin de semana (los valles), que normalmente se recuperaban entre lunes y martes (los picos).

En junio se modificó la forma en que se contabilizaban los casos, lo que produjo un incremento.

El pico máximo fue el día 24 de junio, reportándose 1806 casos en 24 horas.

El siguiente gráfico representa a la cantidad de infectados que se fueron sumando a las unidades de terapia intensiva de forma diaria. Esto NO incluye la cantidad de recuperados, sino solo las personas que se van sumando.

El pico de nuevos internados fue el día 22 de abril, con 49 ingresados a UTI en un mismo día.

Comparado al gráfico anterior, el pico de contagios se dio más de un mes después del pico de demanda de terapia intensiva.

El gráfico muestra la cantidad de pacientes internados junto a la cantidad de pacientes internados en terapia intensiva.

Las curvas son similares en forma aunque no en amplitud. La gran mayoría de los internados no han requerido cuidados intensivos.

La máxima cantidad de internados en el sistema de salud ocurrió a fines de abril, con alrededor de 2.300 pacientes en simultaneo siendo atendidos por Covid-19.

La máxima ocupación de las UTI se dio en el periodo comprendido entre el 10 de abril y 10 de mayo, con más de 500 internados.

Si bien Suecia no lleva un control estricto de las altas, si siguen con atención la cantidad de internados y la ocupación de camas.

Actualmente se encuentran 212 personas internadas y 34 personas en terapia intensiva a nivel nacional.

Las regiones de Västra Gotäland (Gotemburgo) y Estocolmo son las más comprometidas (donde vive aproximadamente el 30% de la población del país).

El día 12 de agosto hubo 6 internados más que el día anterior (9 nuevos en Västra Gotäland, 1 nuevo en Uppsala, 2 en Skåne (región de Malmö, tercera ciudad en tamaño) mientras que le dieron de alta a otras 6 personas en distintas regiones).

El mismo día se incrementaron la cantidad de internados en terapia intensiva en 2 personas. Entre Västra Gotäland (Gotemburgo) y Estocolmo tienen aproximadamente la mitad de los internados en terapia intensiva del país actualmente (15 de 34).

Todas las regiones de Suecia han tenido casos de coronavirus.

En relación a su población, Jönköping ha sido la mas afectada. Sin embargo, la tasa de mortalidad cada 100.000 habitantes ha sido menor a la mitad que la de Estocolmo (100,4 cada 100.000 habitantes frente a 49,5).

Las cantidad de muertes por Coronavirus reportadas diariamente en Suecia han tenido su pico absoluto el día 21 de abril con 185 fallecidos.

Sin embargo, las fechas reportadas no coinciden en todos los casos con la fecha de muerte, por lo que las estadísticas suelen ir ajustándose durante las siguientes 2 y hasta 3 semanas.

Por lo que la cantidad de fallecidos por día se ven en el gráfico siguiente.

El día con mayor cantidad de muertes se produjo el 8 de abril, con 115 fallecidos en una misma jornada. El día 15 de abril, una semana exacta después, se produjo la misma cantidad, 115.

Las últimas dos semanas del gráfico van a verse modificadas en las semanas siguientes, a medida que lleguen los nuevos reportes.

Uno de los objetivos principales de tomar decisiones distintas al bloque extremo fue intentar salvar la economía. La pregunta es: ¿Lo han logrado?

Vamos a intentar ser claros. La crisis ha golpeado y duramente por estos lares. Sin embargo, se ha podido sostener a flote.

La caída para el segundo trimestre del 2020 ha sido del 8.6% del PBI, lo cual es récord. Sin embargo, la economía de la zona euro (países que usan el euro como moneda) se contrajo un 12.1% y la Union Europea un 11,9% en general. Si de países hablamos, España registró una caída del 18.5%, seguido por Portugal y Francia (14.1% y 13.8% respectivamente).

El problema, es que detrás de esos porcentajes, hay gente que se ha quedado (nos hemos quedado, mejor dicho) sin empleo. Comparando la cantidad de desempleados con otras grandes crisis que han ocurrido, tenemos el siguiente gráfico:

Entre marzo y abril del 2020 se han registrado más de 69.000 desempleados. En mi caso personal perdí el trabajo en el mes de junio.

La crisis económica actual supera con creces a las anteriores. Ha habido suspensiones masivas en una gran cantidad de mega empresas suecas que el imaginario popular cree que nunca van a caer, empezando por Scania.

El gobierno fue adoptando distintas medidas durante el transcurso de la pandemia, intentando sostener la economía a toda costa. No soy economista, ni pretendo serlo, pero por lo que puedo ver como un ciudadano de a pie, es que la situación se esta reactivando mucho más rápido de lo que yo creía posible.

Primera medida: Evitar el bloqueo

Los bares y restaurantes han estado abiertos en todo el transcurso del 2020, aunque con limitaciones en cuanto a sus capacidades. A pesar de esto, mucho locales de superficies pequeñas han tenido que cerrar sus puertas.

Segunda medida: Permittering

La segunda medida fue ayudar directamente a las empresas, mediante un sistema llamado «permittering». En este caso me encontraba con mi trabajo desde marzo, cuando trabajaba a distancia desde Argentina. Hay demasiado que ahondar en el tema, pero la aplicación práctica es simple:

Se reduce la carga horaria de los empleados, mientras que se reduce el sueldo de forma NO proporcional. Trabajábamos el 40% de las horas a cambio del 92.5% del sueldo. De ese 92.5%, el estado pagaba el 50%.

Para poder aplicar a ese sistema, la empresa se compromete a reestructurar su funcionamiento, eliminar los puestos que pueden ser cubiertos por una misma persona ante la baja de carga laboral y buscar la solvencia financiera necesaria.

Los sindicatos ingresan en la discusión, y la ley marcial en estos casos es clara: el último en ingresar a la empresa es el primero en irse. El objetivo es que las empresas no utilicen este recurso para echar a gente mayor que tiene menos posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral.

Por lo tanto, siendo el último del equipo en unirme, tuve que irme.

Tercera medida: Regulación del fondo de desempleo (AKassa)

En Suecia no existe la indemnización, por lo que los empleados pueden optar por contar con un fondo de desempleo, correspondiente al sindicato al que uno se encuentre afiliado (otro tema complejo, ya que el sindicato es elegido por uno mismo, no impuesto por la empresa. Hay excepciones, obviamente).

El problema es que para cobrar el fondo de desempleo, uno debe «aportar» durante 12 meses seguidos. El gobierno acordó en modificar ese tiempo y que los meses durante la crisis del Coronavirus contarán x4. De esta forma, con 3 meses de aportes uno tenía derecho a cobrar el fondo de desempleo.

El fondo de desempleo se cobra durante 300 días hábiles máximo, y el monto es el 80% del sueldo. En caso de no haber aportado lo suficiente, uno puede requerir una cobertura correspondiente al 80% del ingreso pero con un tope de 50 euros por día (sueldos brutos de 1.250 euros ganarían el 80%).

En caso de aportar los 12 meses, el tope del 80% se elevaba a un máximo de 3.100 euros mensuales.

Todos números aproximados y redondeados, abajo dejo links por si quieren indagar más.

Cuarta medida: Inyección de dinero en obras y empresas públicas

El gobierno se encuentra en estos momentos inyectando dinero en distintos sectores de la economía para mantener el sistema en funcionamiento. Los proyectos son diversos, siendo los más importantes la obra pública en las ciudades y el incentivo al turismo.

Lo que muchos quieren saber, como se vive hoy en día en Suecia.

Cabe aclarar que desde que comenzó la crisis, no nos hemos movido de Estocolmo, por lo que la experiencia se limita a esta ciudad.

La vida sigue con relativa normalidad. Los que tienen trabajo siguen yendo a trabajar normalmente. Limitamos el salir a comer afuera, aunque eventualmente lo seguimos haciendo.

Estamos en verano, los días son calurosos y largos, por lo que vamos a las playas o a caminar al bosque regularmente. La gente se sigue juntando aunque evitan las grandes aglomeraciones.

Nadie usa barbijo, ya que no es obligatorio ni recomendable de parte del gobierno. Con la apertura del turismo, se observa algunas personas usándolo en la calle, pero lejos de ser algo común.

Nos lavamos las manos de forma asidua, y tenemos alcohol en gel en las mochilas. Voy a clases de sueco presenciales, donde se respeta la distancia y tenemos las aulas bien ventiladas.

No lavamos los productos envasados del supermercado cuando llegamos a casa, pero evitamos tener contacto con personas desconocidas.

Seguimos viéndonos con amigos de forma normal, aunque no tomamos mate ni compartimos vasos.

No todo es lo mismo que antes, pero si esta es la nueva normalidad mundial que se viene, no tiene nada que envidiarle a la anterior.

Notas de medios:

• Gráficos de coronavirus actualizados (en sueco).
• Limitación de capacidad de 500 a 50 en reuniones (en inglés).
• Recomendación de educación remota (en inglés).
• Duplicación de UTI en Suecia (en inglés).
• Caída del PBI europeo (en inglés).

Organismos oficiales:

• Agencia de salud sueca (en sueco).
• Gráficos de la Agencia de salud sueca (en sueco).
• Datos de internados (en sueco).
• Incentivos económicos para la crisis (en inglés).
• Estrategia del gobierno sueco frente al Coronavirus (en inglés).
• Fondo de desempleo (en sueco).

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