Piedra parada

La naturaleza es bastante caprichosa. Debe ser por eso que nos impacta, nos atrae, nos sorprende. Uno de los caprichos mas extravagantes que podemos encontrar dentro de Argentina es el de Piedra parada.

Esta formación rocosa en medio de la “nada” llama la atención de escaladores y montañistas, que se acercan de todo el mundo para visitarla. Sin embargo, para los argentinos es una completa desconocida.

Piedra parada es una atracción turística (Área Natural Protegida) de la provincia de Chubut, “cerca” (hablamos de la Patagonia) de la ciudad de Esquel.

Por razones más que obvias lo normal en un viaje de pocos días a la región es visitar la estrella de la zona: el Parque Nacional Los Alerces.

Sin embargo, si lo que buscan es huir del turismo convencional y conocer un lugar muy poco visitado, Piedra parada es una opción ideal.

Saliendo de Esquel son unos 130 kilómetros hasta Piedra parada. Se debe salir por la Ruta 40 con rumbo norte. Pasando el aeropuerto de Esquel, se llega a la bifurcación con la ruta provincial 12. Hay un nuevo acceso por lo que se debe continuar de las viejas señalizaciones (la ruta se encuentra cortada) por casi un kilómetro. El desvío está asfaltado al igual que los primeros kilómetros de ruta.

Al llegar al poblado de Gualjaina, se debe ingresar al mismo doblando a la izquierda. Cruzando el río Teca, se recorre las pocas cuadras del pueblo saliendo nuevamente con rumbo noroeste.

El último tramo se circula paralelo al río Chubut, encajonado entre formaciones rocosas, hasta finalmente visualizar la mole gigante de granito.

Siguiendo la traza principal se llega a Piedra Parada.

Todo el valle posee formaciones rocosas muy llamativas. Sin embargo, una destaca por sobre el resto. Su forma, su imponente altura y su ubicación se vuelven un imán para la vista.

Su formación explica todo: se trata de una piedra de origen volcánico, de 210 metros de altura que se encuentra justamente en la que fuera la chimenea del volcán.

El paisaje se encuentra completamente desentonado con el resto del paisaje patagónico a su alrededor, como ocurre en Piedra del Águila, por ejemplo.

Al ingresar al área natural protegida, lo primero que se visualiza es la formación rocosa que da nombre al lugar.

Pero, cruzando el río Chubut hacia el norte, se encuentra el cañadón de la buitrera. Menos conocido pero igual o mas sorprendente.

3 kilómetros de largo con diferentes alturas y ancho, para escalar con distintas dificultades, o sencillamente hacer trekking por el fondo del cañadón. Hay algo seguro: esa aura que se vive en el lugar es real y se vive desde hace mucho tiempo: las pinturas rupestres así lo demuestran.

Este lugar es famoso para escaladores de todo el mundo, que llegan de todos los países. Por su entorno, su dificultad y su belleza, fue tenido en cuenta como uno de los destinos del Petzl Roc Trip.

Esta competición de escalada a nivel mundial visitó Piedra parada en el año 2012.

Les dejo la película – documental de la competición en Argentina para que se puedan hacer una idea.

No hay servicios de ningún tipo. El transporte publico pasa 2 veces por día por la ruta (a unos 300 metros de piedra parada y a unos 800 metros del cañadón de la buitrera.

Suele haber gente acampando de forma agreste, aunque en el ultimo tiempo pobladores rurales de la zona empezaron a brindar servicios básicos a los escaladores que visitan este lugar.

Es necesario llevar agua y alimentos si piensan pasar algunos días.

Si van a escalar, deben saber que no hay ningún tipo de asistencia médica, posibilidad de alquilar equipos ni nada. Por lo tanto, deben ser muy responsables. No es recomendable para principiantes.

Sin embargo, vale mucho la pena visitar el Área Natural Protegida. Para huir del turismo masivo y descubrir nuevos lugares, menos promocionados e igual de impresionantes.